martes, 7 de febrero de 2017

Religión en Belaya


Religión en general

Si bien la gran mayoría de las razas están conformadas por seres creyentes en alguna energía inentendible, en los últimos años las deidades han ido perdiendo fuerza y convirtiéndose así en una costumbre del pasado (a excepción de los espíritus animales que veneran los gigantes). No obstante, no es de extrañar que en cualquier parte haya alguien que decida depositar su fe en algún ser superior, sea porque no puede explicar determinadas cosas o no tiene la capacidad suficiente como para valerse de su propia fuerza de voluntad para seguir adelante.
De esta forma el panteón no ha desaparecido ni mucho menos los templos y todo indica que en muchos años eso no sucederá, pues con el estallido de la guerra hace tiempo y la incipiente amenaza de los tambores resonando una vez más, no son pocos los que se han encomendado a estos seres de mitología para que los protejan en tiempos de crisis.

Quizá el mayor problema con el que se encuentra la teología en Belaya a día de hoy es que no está unificada bajo ningún nombre. Existen los dioses y cada uno elige en cuáles creer y cuáles no, lo que genera un desordenamiento en las diferentes sectas predominantes de la escena religiosa.
El mayor ejemplo que existe de unificación es la pleitesía etocliana que se le rinde a Eteo o la polocliana a Poli, aun así más allá de eso lo restante son organizaciones pequeñas que se reúnen en templos o espacios públicos, o cultos dedicados al estudio de la magia de sangre y el ocultismo en general.
Nadie sabe si con el tiempo surgirá un código de valores y comportamientos arraigados a una organización con un nombre común que agrupe a determinados adeptos. Pero lo cierto es que en la actualidad existe un desamparo generalizado en el inconsciente colectivo que los lleva cada vez más a refugiarse en algo, más allá de que eso pueda o no existir. Porque sí, hay instituciones con sus propias normas y credos, sin embargo no son del todo populares o en el caso de las políticamente incorrectas en Etocles, permanecen ocultas para evitar ser tachadas de herejes y por consiguiente destruidas.

Religión entre los gigantes

Los gigantes son la excepción a lo anteriormente escrito. Nacen y se crían alrededor de una cultura que adora a espíritus ferales. Su panteón no posee jerarquía alguna y todos en general depositan su fe en él sin distinción. Existen ciertos puntos discrepantes entre las distintas tribus acerca de cómo se debería hacer tal o cual ofrenda, pero comparten una suerte de religión o camino de vida al cual se consagran para demostrar aún más lealtad a estos entes cuya existencia se afirma probable. Esa forma de vivir o estudio teológico se denomina chamanismo y es tanto un trabajo, como un sacrificio y una entrega total al mundo espiritual, por lo que los chamanes se consideran una imagen de sumo respeto entre los suyos.

Religión entre los elfos

Muy al contrario de lo que se pueda pensar, los elfos también tienen tienen creencias como el resto de razas. No se consideran ateos a pesar de su inteligencia superior y no es raro que crean en el dios de la magia o los espíritus del bosque. Consideran que la deidad mágica les ha bendecido con la capacidad de utilizar el éter mágico y con eso explican que todos puedan utilizarla con esfuerzos menores.

En polocles están obligados a creer en Goleo Alabi como una diosa en la tierra aunque no piensen que es realmente así. Creen que la mujer no envejece simplemente porque ha descubierto alguna forma mágica de no hacerlo. Más que devoción, a ella le dedican su odio.

La religión élfica no posee curas, sino que más bien son los mismos magos y exploradores los que profesan el culto hacia lo que ellos depositan su fe.

Religión entre los enanos

Como es de esperarse, los enanos no tienen ninguna clase de templo ni tampoco creen mucho en dioses. Se pueden considerar una raza atea y por consiguiente depositan su fe en otras cosas. Aun así y debido al contacto constante con humanos, no faltan aquellos que deciden darle la oportunidad a la religión y por tanto visitar los diferentes templos repartidos en el mundo. Lo que sí se puede considerar como algo muy improbable, es que frecuenten sectas oscuras o con carácter maligno.

La función del sacerdote

En Belaya existen sacerdotes y personalidades propias de una iglesia con la diferencia de que no tienen una organización que los distribuya en jerarquías, les brinde instrucción o los organice según regiones. Para ser un cura entre los humanos, a una persona sólo le basta con decir que lo es y tener comportamientos propios de uno de estos señores. Por lo general tienen un código de conducta que es el reflejo de lo que pregonan, brindan charlas de filosofía e intentan captar seguidores a su credo. Esto último se aplica tanto a los morales como los amorales.
Es por lo anterior que en la mayor parte de las veces los clérigos son individuos con una formación superior a la media de un campesino ignorante.

Aquellos presbíteros que siguen el camino de la bondad, suelen brindar servicios de primeros auxilios, ayuda a los pobres y maestranza. Acostumbran a trabajar tanto en templos propios como los de alguien más, habilitados para la adoración de determinado dios. En su contraparte maligna están los líderes de sectas abocadas al ocultismo, que no siempre son malvados, sino que piensan diferente a lo preestablecido.

Cabe destacar que la palabra sacerdotisa existe en el mundo, lo cual hace referencia a que no sólo los hombres pueden ser figuras de respeto y liderazgo. A pesar de ello, entre los humanos toman más en serio a un varón en este aspecto.

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